En estos casos, el ciberdelincuente accede a las cuentas corrientes del usuario, con la finalidad de transferir el dinero en ellas depositadas, lo más rápido posible, para que no sea interceptado generalmente por el propio cliente y lo notifique a la entidad bancaria para que ponga fin a su control sobre la cuenta. Existen diversas formas de ejecutar este phishing; 

  • El usuario pincha en mails que recibe de Correos, Amazon, del propio banco para actualizar los datos o por bloqueo de tarjeta… todos ellos fraudulentos para poder acceder a la cuenta con las claves que obtiene del propio cliente al acceder a la banca online.
  • A través de aplicaciones que el propio usuario tiene instalado en el móvil. 

Una vez con el control de la cuenta, el ciberdelincuente realiza transferencias a diferentes cuentas (normalmente del extrajero), todas ellas de imposible retorno para la entidad bancaria. Para la defensa del usuario debemos acreditar la ausencia de esa negligencia grave que establece la legislación para que sea efectiva esa responsabilidad “cuasi objetiva” que pesa sobre las entidades de salvaguardar nuestros fondos como depositarios de los mismos y solicitar la devolución íntegra de los fondos sustraídos.

¿Te han sustraído el dinero de tus cuentas corrientes? Consulta con nuestros expertos en el teléfono 91 579 50 68 o en el mail ……..@gmail.com.